El término seguridad industrial, por tener en sí la palabra industrial, suena que solo aplica para el sector industrial, empresas grandes con docenas de trabajadores, quienes están constantemente ejerciendo labores en diferentes áreas, sin embargo el término aunque se acuña directamente en la industria por manejar gran cantidad de personal, no está arraigado a esto, más bien es una cultura que nace para prevenir gastos innecesarios y manejar adecuadamente situaciones que pueden traer consecuencias con el gobierno en materia de salud, seguridad y medio ambiente.
¿La seguridad industrial acaso es un gasto innecesario?
Muchas empresas pequeñas optan por no tener seguros en sus trabajadores, mandandolos a negocios particulares de atención médica básica, como conocemos a los famosos Simi, dado que suelen presentar daños en salud como tos, gripe, resfriados, entre otros, pero ¿que pasa sí se cae de una azotea? en esos casos es imposible poder atender en estos lugares, requiere una atención mayor y para ello el trabajador deberia estar afiliado al seguro institucional que le compete por legislación, pero al no estarlo llegan los problemas, deberá seguir cubriendo la atención médica completa del trabajador hasta su recuperación, ya que esto fue un problema de trabajo, el cual se le imputa a la empresa dónde labora.
¿El incidente se pudo evitar? En la mayoría de casos, sí, o incluso se pudo minimizar, de pasar a una incapacitación a solo un leve dolor, la diferencia está en el equipo de seguridad.
El equipo de seguridad ciertamente tiene un costo, cascos, poleas, arneses, chalecos, botas, anteojos, guantes, entre muchos otros elementos que son básicos en la seguridad, sin embargo se usan los necesarios para las labores. La adquisición de este equipo de seguridad no es de un simple uso, es de múltiples usos, por lo que es una inversión de largo uso, todo este equipo es facturable y deducible, por ser gastos operativos, por lo que refleja unas finanzas mejores al pagar menos impuestos.
Así como se estableció desde el año 1857 en la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, dónde se acuñaron los preceptos para proteger a los trabajadores y posteriormente se dio un paso evolutivo en 1917 estableciendo las buenas condiciones de trabajo, las indemnizaciones y sanciones en los casos necesarios, entre muchas otras marcadas en las Normas oficiales mexicanas de seguridad y salud en el trabajo.
Ante estas disposiciones y medidas tomadas por el gobierno, los incidentes están sancionados cuando no se cuentan con las medidas necesarias, aunque las labores se vean meramente rutinarias, con escaso margen de necesidad de una aplicación de medidas de seguridad, la salud se deteriora con la prolongación de actividades y exposición a medios y fuerzas, como puede ser el caso de una persona que todos los días carga 40kg de peso para transporte de mercancía, en un leve incidente puede dañarse la columna al levantar el peso que siempre hace, daño que pudo reducirse o evitarse con uso de herramientas o equipo de seguridad como lo puede ser una faja.
La exposición a rayos o luz, también son otros medios que pueden provocar dichos incidentes, por ello se cuenta con equipo como lo puede ser anteojos de seguridad con filtro uv o en caso de estar en contacto con partículas en un taller de madera, con simplemente uso de anteojos resistentes a impactos, en caso de trozos de madera salgan volando y ninguno impacte a los ojos.
Es cierto que no solo es la adquisición del equipo de protección y listo, sí no también involucra una capacitación, dicha capacitación puede ser dada por un instructor certificado externo o interno a la empresa, pero como sabemos no suele haber contrataciones internas de este tipo, ya que la idea es tratar de ahorrar lo más posible, para aprovechar las ganancias lo mejor posible, por ello sí no se cuenta con un departamento de RH o con una persona que haga las tareas de RH, se puede que el mismo patrón de las instrucciones y modos de usar dicho equipo, esto para lograr el uso adecuado y reducir los incidentes, previniéndolos y reduciéndolos.
Un año sin accidentes, es un año feliz, en el que la empresa no incurrió en problemas lo que se considera un beneficio en todo término de las palabras, tanto ahorro financiero, como mejora en el rendimiento productivo, menos ausencias, más trabajo bien realizado, un desempeño óptimo.
La seguridad del personal, la adquisición del equipo, la capacitación, estos insumos y procedimientos se vuelven cada vez más importantes y necesarios contar en cada empresa, por pequeña o grande que sea, siendo ya no un gasto, sino una inversión necesaria y solicitada por las actividades laborales.